El Hombre Capricornio

Ah, el hombre Capricornio. Ese espécimen que parece haber nacido con un traje de tres piezas y un plan de cinco años bajo el brazo. Es el tipo de hombre que construye una pared de ladrillos a su alrededor, no porque quiera protegerse, sino porque, bueno, ¿qué otra cosa haría un Capricornio en su tiempo libre? Si lo ves en una fiesta, probablemente esté en la esquina, evaluando el retorno de inversión de cada conversación. Pero no te dejes engañar por su fachada de "yo no necesito a nadie". En el fondo, este hombre quiere que lo adoren como si fuera el último aguacate en el supermercado.

El Capricornio es tímido, pero no confundas su timidez con debilidad. Es como un cactus: seco, espinoso, pero capaz de sobrevivir en cualquier terreno. ¿Romántico? Claro, en sus sueños más secretos, donde probablemente esté balanceándose en un trapecio mientras una multitud lo ovaciona. Pero en la vida real, Saturno, su planeta regente, lo tiene encadenado a la seriedad y la disciplina. Así que, en lugar de flores y poemas, prepárate para recibir un Excel con su plan de vida a 10 años.

¿Quieres conquistarlo? Buena suerte. Tendrás que reírte de sus chistes secos y halagarlo hasta que sus orejas se pongan rosadas. Pero cuidado, porque si no pasas el examen de su familia, olvídate. Este hombre no se casa contigo; se casa con tu árbol genealógico. Y si logras llegar al altar, prepárate para un matrimonio sólido.

Pero no todo es trabajo y seriedad con el hombre Capricornio. En su interior, hay un soñador que anhela emociones y aventuras. Solo que su naturaleza saturnina lo mantiene atado a la tierra, como un globo que quiere volar pero está amarrado a un poste. Si logras liberar a ese soñador, descubrirás un hombre que, en secreto, quiere ser el héroe de su propia película de acción,

Y no creas que su amor por la adulación es superficial. Necesita que le digan que es bueno, inteligente, guapo y deseable, pero su autoengaño lo hace parecer indiferente a los halagos. Es como un niño que finge no querer el juguete que tanto desea, pero que en realidad está deseando que alguien se lo dé. Así que, si quieres mantener feliz a tu Capricornio, no escatimes en elogios. Solo asegúrate de que sean sinceros, porque su detector de mentiras es tan preciso como su plan de ahorro.

En cuanto a su vida amorosa, el hombre Capricornio puede parecer un poco torpe. No es que no sepa cómo cortejar a una mujer; es que su idea de romance es más bien... práctica. En lugar de serenatas bajo la luna, te llevará a una cena en un restaurante con una excelente relación calidad-precio. Y en lugar de declaraciones de amor apasionadas, te dirá que te ama mientras revisa su portafolio de inversiones. Pero no te desanimes. Si logras ver más allá de su fachada de hombre de negocios, descubrirás un corazón cálido y leal que, aunque no lo demuestre con palabras, te hará sentir segura y amada.

Y hablando de seguridad, el hombre Capricornio es el rey de la estabilidad. No te preocupes por los altibajos de la vida; él siempre tendrá un plan B, C y D. Es como un seguro de vida andante. Así que, si estás buscando un compañero que te haga reír con sus chistes de contabilidad y te lleve a la cima de la montaña de la vida, el hombre Capricornio es tu hombre. Si te interesa una vida estable junto al hombre más trabajador del zodiaco, elige a un capricornio.

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